Crónicas napolitanas

Por Gustavo Calandra



XIII

La repetición mecánica de los ritos produce un aplanamiento de la rutina al punto de levantarme y ni siquiera saber si es viernes, sábado o martes.
Por suerte, bajo la ventana de la cocina -desde la cuál cierto privilegio cósmico me permite ver y saludar al Vesuvio al aggiornarme- un señor toca el acordeón para los vecinos, a cambio de una moneda o qualcosa di cibo. Sus notas llenan il palazzo.
Es mezzogiorno. Se vienen las fritangas, el ajo, las especias.
En la radio comienzan a surgir cuestionamentos, llamadas y audios incómodos de oyentes descontentos,  acerca de las restricciones, de imposibilidades, de desplazarse libremente.
Habrá un desafío psicológico. La sfida degli altri.
Se exaspera poco a poco la convivencia cotidiana.  Aún más cuando son recluídxs niñxs en espacios reducidos. Vecinxs espías buchonean. ¿Cuánto dura la guita si falta el trabajo? ¿Cuántos juegos se improvisan sin los recursos tecnológicos? Basta il cellulare!
En cada línea de fuga del barrio apostan vigilantes. Carabinieri con metralleta en la plaza. Patrulleros en las bocacalles. Te rugen detrás las motos de la gorra.
Toque de queda con onda. Quedate un toque en casa. De onda.

XIV

Io resto a casa. Es la consigna. Levantan bandera artistas y conocidos en los massmedios. Miremos una peli. A.C.A.B. (all cops are bastardi). En casa. Qué parola fuerte: casa.
Cosa significa casa?
Casa viene a ser el espacio seguro. Único sitio confiable. Retrocedemos hacia la morada orginaria y definimos zonas de contacto y peligro. Reagrupamiento de caracol. Afuera del miedo nos vuelve inseguros. Desconfianza con el exterior. No salgan. A Manya hasta le quitan las ganas de ir al café. Cierren las fronteras. En un noticiero argentino muestran como echan a un turista italiano aparentemente infectado. Cuatro patrulleros en la puerta del hotel, Cámaras. Testigos. Explotan las redes sociales. La novedad cae presa en la red social. Los memes amortiguan el descontento.
En Catania, el síndaco pide a los milicos.
Algo rarísimo pasa con el metro. No el subte, que no pasa. El metro. Cien centímetros. Diez decámetros. En estos tiempos, cada día crece más en las colas en las calles para entrar al CONAP o al otro mercado que nunca supe cómo se llama. Entre persona y persona hay un metro que tiene uno y medio. La missura della paura. Un solo relato. Cada vez se toma más distancia. En silencio, casi sin hablar con quien está cerca.  Tan raro en una ciudad ruidosa como Napoli. De a ratos, el ladrido de Chicha reina en la avenida. Parece casi hasta una injuria hacia esa mudez. Con una ramita, la perra se divierte. Mueve la cola frente a la cola del súper. Lunga fila. Quién es el último?
Un rati de 23 años mata a un guacho que quiere robarle con una pistola de juguete. Un rólex de mierda. Está de civil, con su novia en un auto. Le dispara tres veces a quemarropa. El ragazzo tenía 15 años. Muere en la guardia del hospital. Gli amici rompeno todo. A la prensa le escandaliza esa falta de consideración: ¿en estos tiempos de urgencias, atacar un centro de salud?
Por brindar estaban unxs chicxs en un pleno picnic al parco, cuando caen los esbirros del capital. Los multan con euros y enjaulan por animaderos. Fijate los de barbijo verde si buscás “fare la spessa” camorrera.
Abre el semáforo en la avenida vacía stasera. Los pibes se juntan a fumar uno antes de la cena. La confianza en el grupo de pertenencia es más fuerte que una prohibición. Un código inmune.
Ahora vengo y vuelvo chino. Y con tos. Qué pericoloso. Meglio resta in casa.

XV

Cuando te pica la mano, dicen que es porque vas a recibir plata. Me rasco la palma de la mano. Es de madrugada pero bueno, de alguna manera, si considero la remuneración, hasta podría decirse que estoy lavorando. Me pica la muñeca también. Algo me darán, no? Prendo veladore desvelado: un mosquito. Porca miseria! Por dónde entró si está tutto cerrado? Cómo vive un mosquito en esta atmósfera gelata? Me falta ser el primer caso de dengue en Italia. Ni siquiera puedo acceder a la malaria de moda. Soy sudaca. Rajád´acá.
Approfitto el amanecer para oír a los pajaritos. Dicen que están regresando, luego de muchos años, aves que tuvieron que alejarse de la gente. Retrocede l´ humano y avanza la Naturaleza. Recupera el terreno perdido, devastado, depredado, contaminado. Cisnes y peces en Venezia. Delfines en la costa del Adriático. Baja la polución.
Me asomo al balcón. Uno de los verbos permitidos es balconeare. El otro es finestreare. Per fortuna vedo un rectángulo de mar. Il lungo mare blu. Otro privilegio cósmico. El sol entibia las callecitas del barrio mientras un barco desplaza lentamente, casi alevoso, sus colores rojo y azul con estrellas por el Golfo.
Ricordi lo que dijo Lagarde, uno de los zombies del FMI?
Lxs viejxs sobran. Son un gasto para el estado y su reforma previsional.
Para qué manda la casablanca aviones bombarderos. Aiuta? Cuore freddo? Como en la guerra fría, dicen los sabios, movilizan soldados a sitios estratégicos. Cuánto tardarán en usar esa AK47?
La mano diventa puño. El escozor pide cascote justiciero.

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