Federico Tabanovsky y nosotros




Federico Tabanovsky y los 70

Tabanovsky siente mucho placer cuando en una reunión con sus amistades un invitado, que él no conoce, toca el tema de los 70. Se pone cínico, cita frases para descolocar y si la reunión es de unos progres (casi las únicas reuniones a las que asiste Tabanovsky son de liberales o progres) provoca con énfasis mique yo me cago en las Abuelas, le parecen demasiado solemnes. Dic-para consensuar- que le parece per estimulante” que se dé una discusión así, entremedio de los gritos de un militante de izquierda y un facho. Despliega sus conocimientos en historia argentina: la lectura de un tomo de La Voluntad, de Caparrós y Anguita, 76 de Bruzzone, Argentinos de Lanata (que no cita jamás), y su obra predilecta, la autocrítica de Oscar del Barco en la revista La Intemperie. Cree que la izquierda merece una autocrítica que nunca hizo y que la historia está sesgada: nada justifica la violencia. Su frase predilecta para la crítica de las armas es: “no se pueden utilizar los mismos instrumentos que los verdugos. Alguna vez hizo la ronda de los jueves con las Madres, tiene un tío desaparecido, esto lo cuenta cuando algún rival ideológico lo trata de sabatiano. A Tabanovsky le encanta el insulto setentista, que lo aplica para criticar todo lo que no puede tolerar, sea el extremismo potico, el humor de su novia, o una carne demasiado jugosa.

Yapa: Federico Tabanovsky se enorgullece interiormente de nunca haber robado. FedericTabanovsky vio cómo golpeaban a una mujer, mi para otro lado y cruzó de calle.



Pedagogía

De por qué si usted se identifica en más de un 18% con Federico Tabanovsky es un gil sin corazón

Por qué la amistad es más importante que  la  literatura. Poqué en el entretenimiento no hay hueso

Por qué lo que no violenta no arde.



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Federico Tabanovsky y la autorreferencialidad

Se definió en más de un asado como un “provocador serial. En cita con alguna chica dijo de sí mismo: yo soy un francotirador, en alusión a la audacia de su incorrección potica para tocar determinados temas candentes de la actualidad en debates por las redes sociales. Cuando era adolescente le gustaba decirle a sus amistades que era un maldito”. Descree de las categorías poticas pero cuando despotrica contra algún peronista dice, “ojo que yo también soy medio peroncho y después se ríe solo. Se considera a mismo un intelectual y lo expresa. Le encanta que le digan que es un cínico, a lo que contesta con tono entre resignado y satisfecho: sí, es cierto, pero más bien me considero un irónico crítico y después se ríe solo. También dice viste que yo tengo muchos tocs”. Le encantan los soliloquios en las primeras citas para que sepan que es un tipo singular y conozcan su neurosis que él considera tan compleja como interesante para los demás.

Yapa: Federico Tabanovsky se siente incómodo si en la intimidad le quieren meter un dedo en el rosquete. Federico Tabanovsky le tiene miedo a los trapitos.




Pedagogía

De por qué si usted se identifica en más de un 23% con Federico Tabanovsky es un gil sin corazón

Por qué no hay bolero sin dolor. 

Por qué la violencia también es una bella forma de persuasión. Por qué no hay amor dentro de la ley



                                                                                                                              Foto: Fabio Crisanti

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